martes, 26 de abril de 2016

Un centro donde predomina la disciplina, la promoción y la calidad

Soñar no está prohibido, al contrario, es un estado de reencuentro,
planificación y apuesta por el mañana. Cuando tales ideas son para la
realización personal y social entonces mejor. En todo colectivo existen
quienes se destacan más por su empeño, dedicación, apoyo familiar o
simplemente por el coeficiente de inteligencia, Yoryiana Quiles Leyva
marca diferencias. Estudia el noveno grado en el centro mixto Manuel
Ascunce Domenech en Retrete, una de las mejores escuelas del municipio de
Banes.

Cuando pedí entrevistar a un estudiante estrella, Rubeidi Martínez,
director del centro, no titubeó en decir "Yoryiana". Ella apareció con un
aire sencillo, gafitas con algo de aumento que le dan un toque de
intelectualidad y al mismo tiempo realzan la imagen juvenil.

El diálogo fue agradable. "Este curso ha sido maravilloso -nos dijo- los
profesores brindan todo su apoyo para cuando vayamos a elegir una carrera,
cuando culmine la secundaria pienso coger el preuniversitario y luego
estudiar Licenciatura en Matemáticas". Ante la interrogante de por qué esa
ciencia, la contesta no se hizo esperar: "me gustan los números".

El centro mixto Manuel Ascunce Domenech de Retrete, es uno de los mejores
planteles del municipio de Banes atendiendo a los diferentes índices por
los que se evalúa el desempeño educacional. Disciplina, promoción y
calidad en el aprendizaje son algunos de los elementos que sobresalen
allí.

Yoryiana lo deja entrever de manera fácil y natural: "los profesores están
bastante preparados para la enseñanza, las relaciones humanas son muy
buenas entre estudiantes y profesores y también dentro del aula. Una
exigencia constante es la presencia de la familia y la relación con la
escuela. Los profesores motivan las clases, hacen diferenciaciones acorde
con la personalidad y situación de cada estudiante, así ayudan a los menos
ventajosos y mejoramos todos".

Otras estudiantes fueron igual de convincentes en sus argumentos para que
obtuviera una imagen lo más cercana a la realidad. Melisa Isla está en
octavo grado: "los profesores son maravillosos para mí, logran una buena
formación de los estudiantes, hacen que uno se sienta bien en la escuela,
bien atendida. Las relaciones son muy buenas"-dice.

El séptimo grado parecía inmenso para Luisa María Fonseca, pero para
sorpresa suya no se sintió extraña al paso de una enseñanza a otra: "me
ayudaron cuando inicié el curso, el cambio de primaria a secundaria es
algo brusco, uno necesita ayuda para adaptarse y me la dieron. Estoy
culminando el curso con muy buenas notas y modestia aparte, soy una de las
mejores del aula".

Ana Laura Ávila es de octavo grado, habla rápido pero claro y en un tono
de voz ideal para la locución, es sonriente, creativa y vivaz: "si
estudias todo te resulta fácil, es algo normal, se crea el ambiente, mi
séptimo fue fácil, sin embargo este octavo es más exigente en lo académico
pero estudiando lo convertimos en pasajero. Hay mucha exigencia para que
haya notas buenas, seminarios, trabajos prácticos, tareas.

"Mira las tareas son necesarias aunque a algunos estudiantes no les
gusten. También se le exige a la familia para que inculque esos valores,
la responsabilidad de que debes hacer las cosas. Hay estudiantes que no
gustan de las tareas, porque desean hacer otras cosas en su tiempo en la
casa, pero son necesarias para repasar lo recibido en clases y ejercitar
conocimientos".

En esta visita me invitaron a compartir una fiesta pioneril que ese día
desarrollaban allí, realmente no pude por razones laborales, no obstante
la mañana fue suficiente para reafirmar que el centro mixto de Retrete es
una excelente escuela con estudiantes alegres pero juvenilmente
responsables, quienes ven con naturalidad y como necesario el espacio
escolar.

Dijo alguien que educar es más difícil que barrer bolitas cuesta arriba.
Pero evidentemente es necesario, un profesor trabaja para la eternidad,
nadie puede decir donde acaba su influencia.

No creo que existan profesiones tan malas como otras tan buenas. Decía un
escritor chino llamado Lin Yutang que: "La mitad de la belleza depende del
paisaje y la otra mitad del hombre que mira". Aquí ambas ideas se
complementan en la forja de quienes les toca liderar inexorablemente el
mañana.

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